En 1915 A. Einstein creía estar cerca de la solución al problema en el que venía trabajando desde algunos años atrás: “Durante los últimos cuatro años, he tratado de establecer una teoría de la relatividad general basada en el presupuesto de la relatividad incluso en un movimiento no uniforme”, empezaría diciendo en su disertación de la primera de las sesiones de la Academia el jueves 4 de noviembre.
Pero su teoría aún era inconsistente y las dos primeras comparecencias ante los académicos, (4 y 11 de noviembre), debieron ser un auténtico y dramático suplicio.
Por otra parte, Einstein sentía la presión añadida de que David Hilbert se anticipase en esta carrera hacia una solución coherente. “Su análisis me interesa enormemente ... Sin embargo, por el momento debo abstenerme de ir a Gotinga. Estoy agotado y agobiado por los dolores de estómago ...”, le escribía a Hilbert en la mañana del día 12, quien le había invitado a visitarle en Gotinga para exponerle los detalles de sus avances.